3 de mayo de 2008

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Cómo se tomaban las fotos de la GDP

Si al ver las fotos en campaña de la Guerra del Pacifico, y algunas vez se preguntaron como hicieron para fotografiarse en los lugares de combate, aquí les paso una entrevista a Renzo Babilonia por el diario "La República"


La Guerra del Pacífico como muy pocos peruanos la vieron 
A diferencia de lo que ocurrió en Chile, en el Perú nunca se publicó la historia fotográfica de la Guerra del Pacífico. Y ello a pesar de los innumerables detalles que de ella se desprenden y que enriquecen, sin duda, nuestro conocimiento de esta parte de la historia nacional. Por eso, vale la pena recorrer la valiosa galería de imágenes que dos investigadores peruanos, mediante un trabajo de hormiga, nos ofrecen después de una investigación realizada en ambos países.

Por MARÍA ALICIA ALVADO.-

¿Qué pasaría por la cabeza de ese niño? ¿Cómo se explicaría su pequeña mente lo macabro del espectáculo que veían sus ojos? Más de 100 años después de haber sido tomada, la magia de la fotografía nos muestra ese instante, con su carga de crueldad intacta. Entonces podemos adivinar su mirada azorada por lo que veía: los restos de cientos de cadáveres de soldados que murieron de forma absurda -como son todas las muertes en una guerra- durante la batalla del Alto de la Alianza, en la Guerra del Pacífico.

Ocurrió en 1890. Cuando las fuerzas de ocupación chilenas deciden erigir una pirámide que recuerde el sitio en que 5.200 peruanos, chilenos y bolivianos perdieron la vida. Buscaban conmemorar los 10 años de la batalla en suelo de Tacna.

Para lograr su propósito, hubo que desenterrar primero los cuerpos sepultados allí, poco después del enfrentamiento. Una vez amontonados los restos humanos, muchos de ellos momificados, se hizo entonces esta fotografía.

Se dice que las autoridades chilenas hicieron desfilar a los escolares peruanos frente a este patético cuadro y que les aseguraron que "lo mismo ocurriría con ellos si un día se levantaban contra el poder de turno".

ANTE LOS OJOS DE LA HISTORIA
Lo que resulta innegable es que, aunque duela, escenas como ésta forman parte de nuestra historia. Conocerla es muy importante, no solo para no repetirla, sino para unirnos más y afianzar nuestra identidad, al reconocernos hijos de las mismas tragedias.
Y las imágenes ayudan en esta tarea. Paradójicamente, el gran público no ha tenido acceso a estas fotografías, que aún esperan ser publicadas como parte de la historia gráfica de la Guerra del Pacífico, jamás contada en el Perú.

Un trabajo previo es aquel en el que se han embarcado el historiador y coleccionista Elio Galessio y el fotógrafo e investigador Renzo Babilonia, cada uno de los cuales ha reunido más de mil fotografías del conflicto, recopiladas en archivos peruanos y chilenos.
La República conversó con ellos, así como con parientes consanguíneos de los protagonistas de la época, que por primera vez pudieron apreciar este testimonio que hoy presentamos para usted. Pero para que el cuadro fuera completo, había que consultar también a una autoridad en el estudio de la guerra. Por eso, pedimos opinión a Óscar Ferreyra Hare, director del Instituto de Estudios del Pacífico, uno de los dos centros de estudios que, en Lima, se han abocado al estudio de este fragmento de la historia.

"Diría que el 70% del gran público nunca ha visto estas fotografías. Y si bien en Chile hay varias obras largamente ilustradas con fotografías, los autores peruanos aún no han publicado la historia fotográfica de la guerra. Hay que tener en cuenta que las fotos han sido tomadas por los chilenos y creo que a nadie le gustaría contar la historia desde la perspectiva del contrario", sostiene Ferreyra, también miembro del Centro de Estudios Históricos Militares.

LA TRAGEDIA DEL HUÁSCAR
Se dice de la Guerra del Pacífico que fue el conflicto "de las ocasiones perdidas", porque otro hubiera sido el resultado si se compraban los dos blindados encargados por José Balta, si el Independencia, nuestro acorazado más importante, no hubiera sido víctima de la impericia de los marinos que lo comandaban, si Iglesias no se hubiera apresurado a firmar el Tratado de Ancón, si Cáceres hubiera contado con más apoyo del gobierno, si…
Pero en realidad, todos los historiadores concuerdan en que la suerte estuvo echada cuando, tras una heroica resistencia de 6 meses, cayó el Huáscar.
En otra de las fotos puede verse las lamentables condiciones en que la embarcación peruana llega a Valparaíso (octubre de 1879), ya en manos chilenas y tras el Combate de Angamos.
Germán Seminario es sobrino bisnieto de Miguel Grau

El mónitor Huáscar al momento de ingresar, con varias partes destruidas, al puerto chileno de Valparaíso.
y goza de un gran parecido físico con el "Caballero de los Mares". Ver ahora las fotos del barco glorioso parece impresionarlo. "El sentimiento es el de una gran tristeza. El deterioro del barco hace pensar en lo horrible de la muerte de mi bisabuelo, del que solo encontraron una bota, la tibia y el peroné".
Pero así como los chilenos capturaron el Huáscar, la flota peruano se apoderaría del transporte chileno Rímac (julio de 1879), que también ‘cambió de bando’ durante la guerra.
Tras el final de la contienda naval, todos los barcos peruanos fueron anclados en el Callao, entre ellos el Rímac, al cual se intentó hundir para que no fuera rescatado por los chilenos.
Una de las fotos de Galessio muestra al transporte chileno semihundido. "Cuando los chilenos tomaron Lima, lo reflotaron, lo arreglaron y lo vendieron a otro país", cuenta.

CEREMONIA CHILENA EN LURÍN
El mayor logro nacional en la campaña del sur es, sin duda, la batalla de Tarapacá. Un detalle quizás poco conocido de este combate es que las tropas peruanas se quedaron con el estandarte del Segundo Ejército de Línea Chileno como trofeo de guerra. Después fue recuperado por los chilenos.

"El soldado peruano se llamaba Mariano de los Santos y era un policía cusqueño. Ese emblema fue guardado como trofeo en una capilla de Tacna. Posteriormente, cuando los chilenos ocupan esa ciudad, un sacerdote peruano le confiesa al ejército enemigo la existencia de esta bandera. Las tropas chilenas recuperan este estandarte y la devuelven al segundo regimiento de línea en una ceremonia que hacen en Lurín, antes de avanzar sobre Lima", cuenta Galessio. De haberse conservado, éste sería el único estandarte chileno retenido como trofeo por los peruanos.

La foto inmortaliza el momento en que una unidad de honor, compuesta por quienes parecen ser los sobrevivientes de la campaña del 79 y 80, reciben nuevamente el estandarte del segundo ejército de línea. El resto de integrantes del regimiento serían reclutas nuevos traídos a Lurín para la campaña de Lima y que vendrían a reemplazar a aquellos muertos en Tarapacá, San Francisco o Tacna. 

Los chilenos usaron la fotografía de guerra con fines propagandísticos 

El tema es recurrente en las fotografías chilenas de la guerra: armas peruanas magnificadas y muertos o heridos peruanos. Es que, a diferencia de los peruanos, los chilenos utilizaron a la fotografía como propaganda, plegándose así a la nueva tendencia inaugurada en Europa, con la guerra de Crimea. Y para ello, no escatimaron en inventar una bandera donde no la había o en "poblar" de soldados invasores al Jirón de la Unión, para mostrar un "exuberante" desfile. 

Para hablar de estos y otros aspectos, La República se entrevistó con el fotógrafo e investigador Renzo Babilonia quien ha estudiado abundantemente el tema.

¿Cómo se tomaron estas fotos? 
La mayoría de ellas fueron tomados por fotógrafos peruanos o chilenos, pero a pedido del ejército chileno. Y eso, por obvias razones: el vencedor tiene todo el tiempo, el poder y los recursos que no tiene el vencido. Por otra parte, la mayor parte de ellas fueron hechas antes o después de las batallas. Hay que tener en cuenta que estas máquinas necesitaban de un tiempo de exposición de entre 1 a 3 minutos, de acuerdo al modelo. De ahí que todas las fotos son posadas y ninguna en movimiento. 

¿Cuál era el objetivo que se perseguía al fotografiar la guerra? 
Era un fin meramente propagandístico. El mensaje era "vamos bien, estamos ganando la guerra". Se puede decir que los chilenos pelean la guerra en dos frentes: el militar y el de la propaganda. De ahí la importancia que le daban a la fotografía. Hay que tener en cuenta lo que costaba hacer posar a miles de soldados en formación, el tiempo que le lleva colocar a los hombres, que el fotógrafo ponga su cámara, encuentre la posición. La regla era mostrar solo lo bueno, bajo la creencia aún no desterrada de que la fotografía no miente. 

¿Alguna de ellas fue tomada por corresponsales de guerra? 
No, estas fotos eran tomadas por particulares contratados por el ejército chileno. En ese entonces, había varios periódicos en Perú y Chile, pero aún no existía la tecnología necesaria para publicar fotos en los periódicos. Entonces, se enviaban solo redactores y lo que se hacía eran grabados a partir de fotografías. 

¿Hubo manipulación de fotos y recreación de escenarios? 
Indudablemente. En una de las fotos posteriores a la batalla de Arica, se puede ver una formación de la artillería chilena. Lo curioso es que los cañones lucen impecables, todos pintaditos de blanco y los caballos son todos tordillos de patas delgadas, incapaces de soportar el peso de los cañones. Otra donde el trucaje es muy evidente es en el desfile de las tropas peruanas en el Jirón de la Unión, donde se puede ver muy bien que se trata de un montaje donde parte de la tropa ha sido "comprimida" para que llegue a cubrir toda la calle.

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Texto, diario La República
Imagen, esta infografía salió en el diario La República (créditos Renzo Babilonia y Biblioteca Nacional del Perú)

Saludos
Jonatan Saona

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