1 de octubre de 2011

Escapulario y Detente

Escapulario de Juan de Dios Aldea
Escapularios y Detentes

Durante la guerra del Pacífico, la mayoría de los soldados que iban a la guerra, como un método de protección divina ante el peligro, llevaban puestos unos objetos que simbolizaban su fe cristiana: los escapularios y los detentes

El escapulario consiste en dos piezas de tela marrón colgando una de las piezas sobre el pecho del portador y la otra sobre su espalda. Las piezas se hayan unidas con dos cuerdas o tiras que pasan sobre los hombros del portador y sus escápulas, de aquí procede el nombre "escapulario". Pueden tener diversas imágenes religiosas.

De antiguo origen europeo, según la tradición, la Virgen María se apareció a San Simón Stock, que era Prior General de la Orden del Carmen a mediados del siglo XIII. Este hombre que siempre en sus plegarias pedía a la Santísima Virgen que favoreciera a su orden con algún privilegio singular. Ésta se le apareció portando en las manos el Escapulario y diciéndole 'Este es para ti y los tuyos un privilegio: quien lo porte será salvado'
La creencia principal del escapulario es la consagración del portador a la virgen María. 

Los escapularios difieren de los detentes porque son bendecidos por un cura al tiempo de ser recibidos, mientras que cualquiera puede procurarse un detente y prendérselo en el ojal.

Todos aquellos creyentes podían usar uno, entre ellos el capitán don Arturo Prat Chacón. En carta a su tía Clara (11 de mayo de 1879) le dice:
Antes de salir, a pedido de algunas señoras de Valparaíso, toda la tripulación y oficiales, incluso yo, recibieron el escapulario del Carmen, en cuya protección confiamos para que nos saque con bien en esta guerra.
Luego del combate de Iquique ocurrido el 21 de mayo de 1879, entre los objetos de Prat, que el comandante peruano don Miguel Grau, devuelve a su viuda doña Carmela Carvajal, están entre otras cosas:
Un anillo de oro de matrimonio. Un par de gemelos y dos botones de pechera de camisa.
Tres copias fotográficas, una de su señora y las otras dos probablemente de sus niños.
Una reliquia del Corazón de Jesús, escapulario de la Virgen del Carmen y medalla de la Purísima.
Existen referencias durante la guerra del Pacífico, de que los curas entregaban escapularios a los soldados antes de partir al campo de batalla.

Del libro "Memorias de la Campaña a Lima", del soldado chileno Justo Abel Rosales, se puede leer la impresión que tuvo al presenciar una bendición de escapularios
25 de Noviembre de 1879
El martes 25 en la mañana se me dijo en el Cuartel que la salida era el día siguiente. En la tarde de este día fui a despedirme del Secretario. De nuevo trató de disuadirme de mi proyecto, que califica de locura. Solo sus hermanas le decían que me dejara cumplir mis gustos. Una de ellas me regaló un bonito escapulario del Carmen, que a su presencia me lo puse al cuello. El Secretario, además, me dio plata, sueldo de un mes. En fin, me retiré de la casa del Sr. Valdivieso no sin cierta pena. 
20 de Enero de 1880 
El día 20 de Enero, martes, fuimos a la Iglesia de la plaza, donde el cura bendijo gran número de escapularios, que distribuyó al Batallón uno a uno. Fue un acto que hizo derramar lágrimas a varias señoras que yo vi. Todos salimos a la calle con escapularios puestos encima de nuestras casacas.
9 de Diciembre de 1880
Jueves. Siguen los aprestos del viaje. Anoche, hasta muy tarde, hubo gran trabajo en la Comandancia del cuerpo. Ayer impuse una mesada a beneficio de mi madre.
Anoche, día de la Purísima, me puse un escapulario del Carmen, mandado por mi tía Mercedes. Al Norte no nos permiten llevar más que la ropa puesta.
En el tomo 1 del libro "Las cuatro Campañas de la guerra del Pacifico" de Francisco Machuca, nos cuenta como fue la entrega y bendición de escapularios a los soldados bolivianos
El Domingo 13 de Abril (de 1879) tuvo lugar en la plaza de La Paz una solemne misa de campaña, oficiada por el Arzobispo de Cochabamba, con asistencia de S. E. ­el Presidente de la República, los Ministros del Despacho, empleados superiores, vecinos caracterizados y todo el ejército. Terminada la ceremonia, el Presidente dirigió a los batallones una sentida alocución, que conmovió a la concurrencia; luego colocó en el cuello de la Virgen de Copacabana la banda presidencial, y su espada a los pies de Nuestra Señora de La Paz. 
El 16 se celebró análoga fiesta presidida por el obispo de la Capital en la cual las señoras repartieron escapularios, a Jefes, Oficiales y tropa. Después se llevó a cabo la procesión de la Virgen de Lourdes, cuyas andas fueron cargadas por las más distinguidas damas, una de las cuales era la mujer de S. E.

En el caso de los marinos peruanos, se sabe que al morir Carlos de los Heros, el 28 de agosto de 1879, producto por una bala de cañón, en el combate frente a Antofagasta, al momento de rescatar sus restos, sólo pudieron encontrar, su gorra, "su escapulario del corazón de Jesús", el taco de una de sus botas y fragmentos de su uniforme.

Igualmente, el comandante Miguel Grau Seminario, tenía un escapulario, el cual fue llevado a Chile, y tal como nos narra Reynaldo Moya, en su libro Grau, el peruano el Milenio, recién fue devuelto en 1958
En el diario “El Comercio” de Lima don Felipe A Barreda, informaba en febrero de 1958, que en el Museo Histórico de Santiago de Chile, se encontraba un fragmento de la tibia de Grau y prendas personales, recogidas del camarote del comandante del «Huáscar», después de la batalla de Angamos, por los marinos chilenos que abordaron el barco, y fueron llevados Santiago como trofeos de guerra, en 1879.
Por las vías diplomáticas, el Gobierno Peruano, de inmediato solicitó la devolución de esas reliquias y el Gobierno Chileno accedió.

En solemne ceremonia, realizada el 20 de Marzo de 1958, en el Palacio de la Moneda, el Presidente de Chile, General Carlos Ibáñez del Campo, entregó al Embajador del Perú Dr. Enrique Goytizolo, en presencia de la Misión Naval Peruana, en cuatro artísticas urnas, las siguientes reliquias:
- Fragmento de la tibia de Grau, de seis centímetros de largo
- Un escapulario- detente en forma de corazón
- Un escapulario forrado en azul
- Charreteras con distintivo de la Marina
- Lazo de una corona obsequiada a Grau por damas peruanas
Los escapularios tenían diversas imágenes religiosas, ya sean de la Virgen María, de Jesús, del Corazón de Jesús, inclusive tener la misma imagen de los "detentes", lo que lo convierte en un escapulario-detente, tal como en la siguiente imagen donde vemos una reliquia que perteneció al soldado chileno Gerardo Rodríguez del Río, del Batallón Cívico de Artillería Naval


Escapulario-detente


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Saludos
Jonatan Saona

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